lunes, 4 de mayo de 2015

Rosas Rojas

Con el ramo de rosas rojas en la mano, Sofía se sentía abrumada aquel 14 de octubre algo frío. La chaqueta la resguardaba del frío y el pelo ondeaba sutil con el viento en un exquisito va y ven de sus rizos morenos. Luis la observaba y disfrutaba de su perfume y el color de sus ojos. – Qué guapa está – pensaba Luis. Sofía no sabía ni qué decir, sólo contemplaba la escena y disfrutaba de aquel momento juntos. Cuánto amor había…
Al cabo de un rato Sofía dejó el ramo de rosas en la tumba y se alejó despacio. Luis, desde el más allá, la contempló marcharse y como cada año prometió esperarla en el cementerio hasta el próximo 14 de octubre, pues tal y como prometieron años atrás, nunca dejarían de celebrar su aniversario.

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