miércoles, 11 de febrero de 2015

La princesa sin corazón

Había una vez una princesa
Que en un castillo vivía, 
Era feliz con su reino, 
cantaba, iba sonriendo
y derrochaba alegría.
Era feliz la princesa
pues tenía cuanto soñaba
una familia, un castillo,
un amor, millón de amigos
y la vida que esperaba.
Poco a poco la princesa
se empezó a despreocupar
de todo lo malo que había
que alrededor existía 
en su reino de verdad.
Y así la princesa creció
haciéndose algo inocente,
creyendo que todo era amor
que tenía lo mejor
y vivía un gran presente.
Pero un día al corazón
se le rompió un pedacito
la princesa se asustó
pues vio que su corazón
no era duro cual granito
Era débil y era frágil
como aquel vulgar cristal,
así que lo cuidó mucho
y lo protegió del mundo
para que no volviera a pasar.
Así pasó algunos años
cuidando su corazón
lo mimaba, lo quería,
le hablaba hasta le decía,
"todo siempre irá mejor".
Pero otro día de pronto
otro trozó se rompió
y el pobre corazoncito
perdió otro pedacito
y la princesa lloró.
Le hacía daño por dentro
le quemaba mucho el pecho
a pesar de su cuidado 
de estar siempre vigilado 
su corazón fue maltrecho.
Así que no pudo más
y se sacó el corazón
vio que era de cristal
lo limpió, lo protegió
le dio besos, lo curó
y hasta le dejó marchar.
El corazón no quería
que le dijesen adiós,
y la princesa sabía
que era justo lo que hacía
y sin él sobrevivió.
Ahora ya no tenía
un corazón que cuidar
ya no era tan feliz
no volvió a sonreir
pero ya no sufrió más.
Pues ya nada podía romper
aquel corazón que tuvo
aunque soñaba con él,  
aunque se acordara bien,
su decisión mantuvo.
Y esta es la historia de aquella
princesita de aquel cuento
que no canta ni sonríe
que sin su corazón vive
y que no sufre por dentro.