martes, 18 de junio de 2013

Como a él le gustan

Pelaba las patatas para la tortilla, bien delgadas, como a él le gustan. La cebolla en pequeñas tiras, muy finitas, para que luego crujan, como a él le gustan... Y mientras, solo pensaba en esa bruja, revolcándose, insinuándose, lamiéndose...
Se acercó para decirme lo bien que empezaba a oler esa cena, pero mientras hundía mi cuchillo en su pecho, solo pensaba en seguir cortando después las patatas bien finitas... como al él le gustan.

La bolsa de pipas


Por fin una cita.
Ella nerviosa, él sudando.
Se sientan en sus asientos y se miran.
Ella le ofreció unas pipas de su pequeña  bolsa.
Él, encantado, a pesar de su gran alergia a la sal, decide coger unas cuantas aprovechando para rozar sus manos.
Ella sonríe y él se sonroja.
Él se lleva una pipa a la boca fruto de los nervios.
Empieza la peli.
Ella le coge la mano y disfruta tan solo de su tacto.
Él descansa feliz, tras tantos nervios.
Ella le mira.
Él no respira.

Maldita bolsa de pipas.