miércoles, 13 de noviembre de 2013

Mariposas en el estómago

... Y en la soledad de su propia compañía, se dio cuenta de que le echaba de menos. Echaba de menos sus risas, sus caricias, su olor siempre tan reconfortante, su calor al otro lado de la cama... Le extrañaba tanto que le empezó a doler el estómago, le dolía de amor. Casi insoportable ese dolor en el estómago, empezó a toser y toser... tosió casi sin descanso durante varios minutos. Hasta que finalmente se le escaparon entre tos y tos varias mariposas que se fueron volando por la casa...

Y el estómago nunca jamás volvió a dolerle de esa manera, nunca volvieron a revolotear sus mariposas en el estómago.